Carnes con un toque francés

Jan 08 , 2014

Carnes con un toque francés

La Parisienne es una industria de cárnicos barranquillera que con un sabor muy auténtico ha ganado espacios en grandes cadenas de supermercados, hoteles, restaurantes y colegios. 

Fue a comienzos de los años sesenta cuando Roger Ways decidió abandonar su natal Francia para buscar un nuevo futuro en Colombia. Trabajó en hoteles, en la industria maderera, y finalmente se radicó en Barranquilla en donde se casó en 1971. Pensando en el futuro de su familia decidió sentar cabeza y montar su propio negocio. Y como en Paris había trabajado en varias carnicerías, decidió montar una pero al estilo francés, como las que había conocido: higiénicas, con refrigeración y donde se exhibieran cortes finos de churrasco, lomo, costilla, muchacho y punto de anca.

La Parisienne, el evocador nombre con el que la bautizó, se convirtió en todo un suceso en la ciudad. Y fue así como empezó un próspero negocio que después se fue especializando en charcutería y carnes maduradas, salamis, salchichas, jamón serrano, chorizo tipo español y salchichón seco entre otros. 

Hoy, 42 años después, La Parisienne se ha transformado en una sólida industria que hace presencia en las principales cadenas del país como el Éxito, Carrefour y Olímpica, gracias a que han obtenido certificaciones en aseguramiento de la calidad, buenas prácticas de manufactura e higiene.    

Las inversiones han sido una constante, así como los programas de capacitación para los 140 empleados ya que por la especialización del negocio es muy difícil conseguir personal que conozca los procesos de elaboración. E entrenamiento, que puede tardar hasta un año, lo desarrolla la propia organización con el apoyo de varios trabajadores que ya suman hasta 25 años de experiencia. 

El gerente de Proyectos de La Parisienne, Thierry Ways, anunció que están trabajando en la diversificación de su portafolio y sus características (bajo en sal, sin colorantes, sin aditivos, sin químicos) para blindarse ante la competencia que seguramente llegará con los tratados de libre comercio. "No se trata de una competencia directa de salchichón con salchichón, será con una gama amplia de alimentos que pueden ser substitutos de los nuestros", señala. 

Ways confía en que la tradición artesanal y el toque francés con los que producen sus alimentos seguirán imponiéndose en el mercado. Pero no se van a quedar quietos, tienen claro que se expandirán a otras ciudades en las que su particular sazón seguramente conquistará nuevos paladares.   

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